27.12.06

Entrevista a Norman Briski




Todo lo que hacemos es para huir de la muerte,
para hacernos los tontos de que nos vamos a morir

Aunque también es actor de cine y de televisión, Briski es de familia teatrera y desde ahí ha recorrido todos los aspectos de este arte: autor, director y también docente. En esta entrevista realizada por Valeria Carrizo Briski repasa su historia con el arte y también con su militancia política.
-Contános de tus comienzos
-Norman Briski :Yo soy santanfesino, nací en 1938 y a los 5 años ya empecé a hacer teatro en la escuela, me colaba con los más grandes que hacían teatro. Soy de familia teatrera, Paulina y Berta Singerman. Se agasajaba mucho a los artistas en mi casa, hasta el año 47 que nos mudamos a Córdoba. Ahí se paró por la cosa económica. Hasta que estudiando en la escuela industrial, donde me recibí de técnico, me escapaba para ir a hacer teatro, ahí fué cuando hice por primera vez teatro.
En esa época vino una maestra, María Escudero, que había estudiado con Marcel Marceau en europa y me vió condiciones de mimo. Entonces hice muchos años de eso, y me parece que salté a cierta fama a partir de eso. Hice giras, hasta que llegué a Buenos Aires, cuando tenía 20 años.
- Y empezaste acá
Empecé en Buenos Aires a estudiar con una beca del Fondo Nacional de las Artes. Hice danza moderna para completar el trabajo de mimo, empecé a estudiar teatro, fui un ratito al Conservatorio Nacional, estudié después con Gené, y ahí empecé a trabajar como actor. Lo primero que hice fue Briskosis, un espectáculo de mimo en el Artes y Ciencias, después hice Historias para ser contadas.Tenía muy buena prensa, yo nunca pagué (hay gente que lo hace), pero me veían como una novedad. Me becaron para ir a Colombia a estudiar y por razones políticas no fui. Hice La Fiaca me quedé para hacerla de mala gana y la obra duró como 4 años. Había hecho cosas en televisión. Ya tenía un hijo, Gastón, pasé al teatro profesional, hice Srta. Julia, hice La Fiaca otra vez.
-Era el gran éxito. ¿Te pedían hacer La Fiaca?
- Si, hasta que un día la enterré en la Plaza San Martín.
- ¿La enterraste?
- Si, al libreto. No quería hacerla más, después segui haciendo cine. Unas 60 peliculas y unas 50 obras de teatro. También soy autor, empecé a escribir y a dirigir. O sea que hago combinaciones y permutas entre cine y televisión. Mi actividad política me exilió del pais por 10 años. Fui
un militante muy radicalizado y todavía lo sigo siendo.
- ¿Seguiste trabajando de todos modos?
-En el exilio hice 16 películas y también hice teatro.
- ¿En Harlem?
-Caliban, el lugar que tengo ahora es el producto de lo que vendí, de lo que hice en Harlem Latino. Este departamento lo hice con mis propias manos. Estuve 10 años afuera, y cuando volví hubo como un hueco, pero después empecé a trabajar de nuevo en televisión y en cine, y en eso estoy todo el tiempo. Ahora tengo una obra mìa, que se llama Lo que no es cierto, hice una película en La Plata, que se llama Los chicos desaparecen, estoy haciendo Mujeres Asesinas, que terminé de grabar ayer.
- Mucha actividad. ¿Se puso más lindo el teatro no?
- Yo no me doy cuenta si es más lindo, si es más facil de producir menos esforzado. No sé si mejor, la verdad que no me doy cuenta. Yo hago, soy un hacedor,y los hacedores no nos preguntamos como o que es lo próximo, no sé si es un defecto o una virtud, yo soy lo que hago, no lo que hice.
- ¿Al volver instalaste Calibán? (El teatro que está en Mexico 1428 pb 5, donde además funciona su escuela)
-Claro, e instalé la escuela que es muy interesante, donde siempre hay mucha gente, como 120 alumnos, se hacen muchas cosas, se experimenta teatro, los jóvenes hace lo que se les da la gana, los que se animan.
- ¿Es un fenomeno cultural el teatro?
- Si, consecuentemente si, tampoco soy un gran teórico de la cultura, no trabajo para los medios. Si es concerniente a lo social si , si se quiere en lo político, hacer cosas para estar cerca de la gente, tengo como una base ética de trabajo, no hago nada pensando en los medios, no escribo nada pensando en el público, que van a decir.
-Eso debe haber marcado la diferencia.
-Probablemente, pero no soy el único que piensa así, hay mucha gente. Digo que todo lo que hacemos es para huir de la muerte, para hacernos los tontos de que nos vamos a morir, no lo hacemos con un proposito comercial, y probablemente a mi nunca me interesó la guita, y nunca tuve problemas con la guita.
- ¿Cuál fue tu mejor obra?
- La última siempre es la que más me gusta, no tengo pero sé que algunas tuvieron más éxito que otras, y con el tiempo… por ejemplo la experiencia del niño envuelto del Di Tella, me acarreo el éxito popular siempre recuerdo todas las consecuencias que trajo, más que la obra y mi trabajo. Yo soy muy Discepoliano, de Enrique Santos, no de Armando, que dice la fama es puro cuento, y esto en algún momento te lo aprendes, pero tiene algunas ventajas, hay taxistas que no me quieren cobrar y eso ya es un halago, él tiene menos que yo y sin embargo no me quiere cobrar y estas son cosas que te emocionan.
- Es lindo ver tanta gente en Calibán.
-Si, hay jóvenes que no tienen salida con lo que les vende el sistema: cerveza, porro etc. entonces lo que buscan es un ambito más amoroso y el teatro es un juego muy infantil y muy interesante.
Hay muchos jóvenes que están interesados en salir y moverse por otros lugares, por eso Caliban, a pesar de ser un lugar donde hay que pagar, no les cuesta para nada porque sienten que les estan dando cosas.
- ¿Qué opinás de la censura?
- Hay varios tipos de censura, en determinado momento me censuraban los militares, me censuraban, me pusieron bombas, me hicieron de todo. En realidad nos censuraban, censuraron a miles de personas, a treinta mil. Después que volví también me censuraron algunos radicales, el canal 7 yo no lo pisaba, si no fuera por Brandoni no hubiera trabajado en Buscavidas, siempre hubo sectores que opinan que soy un radicalizado y un anticapitalista, cosa que es cierta. Tengo enemigos y tengo amigos. A veces la actividad hace que se superen las etiquetas.
También existen la censuras personales. Hasta te puede llegar a censurar la izquierda acá, "decir este no te conviene", "siempre habló mal de los otros" (lo cuál es cierto) y cosas así, o sea que no te evalúan por tu desempeño artístico sino también por las negociaciones que hagas con los medios, como por ejemplo Maradona, y se nota que le da resultados. Cuando estaba en EE.UU. me llama Cormillot. Pidiendome si podía recibir a Fontevecchia (el director de Perfil) que lo habìan amenazado, lo cuál hice, lo ayudé cuando estaba allá. Y cuando volví, podía haber aprovechado esa relación con él, pero ni se me ocurre, ya que me parece un espanto lo que hace. Su revista y todo lo que promueve para la Argentina, asi que me las aguanto. Tampoco me propongo ser coherente, pero parece que lo soy.
- ¿Y cómo ves ahora el teatro?
- Yo no conozco mucho, me preguntan siempre de los medios, no voy nunca al cine ni por casualidad, veo quince minutos una película y ya me quiero ir, asi que no puedo dar opinión de nada. Se que la Argentina ha tenido una enorme actividad, que están involucrados mucho los jóvenes, que a veces muy excepcionalmente voy a ver algo porque me hablan personas que yo respeto tan bien que no me queda otro remedio, y a veces si veo cosas lindas, pero no soy un especialista. Siempre recomiendo un tipo que se llama Dubatti (critico y editor especializado en teatro), él va a ver todo, se la pasa mirando mañana, tarde y noche teatro y sabe muchisimo de lo que está pasando.
-¿Dubatti?
- Jorge Dubatti es un critico de teatro, está ligado al Centro de la Cooperación, en la calle Corrientes, tiene una escuela de público: educa público para ir al teatro, muy lindo lo que hace. Se lee todo, se las piensa todas, entonces, digo, si quieren saber sobre teatro veanlo a él. El dice que hay en general un movimiento posmoderno, aunque también hay algunas excepciones, como Pavlovsky, por ejemplo, a él lo voy a ver siempre. Veronese, y algunos dos o tres personajes que tienen su interes. Tampoco sé de teatro internacional, leo las revistas, no me da la cabeza para hacer lo que tengo que hacer, y dedicarme a que hacen los otros y los otros de más allá, de la única forma que me entero es cuando hago alguna cosa y veo que en el exterior estan haciendo lo mismo.
- Ahora parece haber como un auge del teatro, centros culturales en escuelas y otros lugares donde la gente aprende y actúa...
- Si yo hasta que no los veo no puedo decir si eso está bien o no, porque a veces esas cosas no son tan buenas. Depende del grupo. Por ejemplo mi grupo de teatro Brazo Largo actúa los fines de semana, haciendo pequeñas obras de teatro popular. Esta experiencia de teatro popular viene de Octubre de 1969. Somos un grupo de teatro que va a una fábrica y luego hace una obra con lo que pasa en la fábrica, o hace un relevamiento en un barrio y luego representa la problemática que observo en ese barrio. Esto lo hacemos durante todo el año. Estamos haciendo una experiencia en La Boca. También hay gente de Barracas, de Florencio Varela, hay gente de la misma fábrica, La Imprenta Patricios, hace un año y medio que estoy ahí, ya quiero estrenar. Se estrena ahí mismo en la imprenta. En medio de las máquinas, el grupo se queda dentro de la imprenta, le dan un lugar para dejar sus cosas. En realidad ya nos dieron un lugar. Es una cooperativa, un fabrica recuperada por los obreros, es una linda historia.
- Hablanos de la película que estás haciendo en La Plata
- Esa película que hago en La Plata es también de la universidad, de la gente que egresó de la universidad con los jóvenes de la universidad. Cuando vamos a filmar hay como cincuenta personas. Es un grupo experimental, el que hizo el libro es de ahí, a mi me gusta.
- ¿De qué universidad estás hablando?
De la facultad de cine en la universidad de La Plata. Estuvo cerrada durante la dictadura, se volvió a abrir y auspician esta experiencia nueva: "Los chicos desaparecen", también hice una película en Rosario, que ni me acuerdo el nombre con Gustavo Postiglione (el director de El cumple y el asadito) y con él vamos a hacer una película con idea mia en el canal 7, en una combinación de autor, actor y director.
La historia es cuando aparece por primera vez la silla eléctrica en la Argentina y no pueden matar al condenado porque la corriente eléctrica de EE.UU. es distinta a la de acá. Mucha gente va al puerto a esperar la silla eléctrica. Esto es un telefilm , creo que se llama, es como televisión con cine con tecnología digital, ya filmaron una, y yo el año que viene estrenaré "Cabezas Tocadas", "Familia S.A.", una película sobre el lumpenaje cósmico, esta si que habría que hacerla
en Dock Sud pero no consigo lugar me cuesta mucho. Ayer terminé un monólogo, que trata de una chica cuyos padres son hermanos, fue un tema que salió en clase y me gustó.
- Mucha actividad para el futuro entonces. Gracias Norman por la entrevista.
Entrevista Valeria Carrizo
(colaboró Mónica Maciel)
Fotos: Marisa Belvedere

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por brindarnos esta entrevista ya que los estudiantes de teatro en general creemos que Briski es un gran referente en cuanto a "trabajadores" del teatro y que sus palabras son nutrientes para ampliar nuestra visiòn en este medio.

Anónimo dijo...

Soy estudiante de teatro de Córdoba capital. La verdad que es un verdadero deleite poder acceder a palabras de Briski... Es un "grande". Tuve la posibilidad de hacer para un parcial una obra suya (Blue Jeans)y fue magnifico el encuentro con su texto. Gracias por esta nota!

Anónimo dijo...

Norman: En la entrevista dijiste como al pasar que hiciste algo en televisión. Algo... creaste un personaje tan genial, que me acuerdo (yo era un chico) que en mi familia decían nunca se vió algo así... nunca.

Innovaste, el personaje del divertido libertino que le decía a las mujeres, mientras te hacercabas a la pantalla abriendo los ojos una cantidad de cosas, como si fuera un secreto solo para ella: Puerquita...!

Norman, cambiando la palabra, y lo de los ojos que era una marca patentada tuya, utilicé parte de tu personaje como arma de seducción, hace tiempo... como una forma de tapar mi timidez.

Creo que empecé a entender la intolerancia cuando un día me enteré que te habías tenido que refugiar. Fue doloroso, me empesaba a dar cuenta que estábamos encerrados una cárcel, porque yo no estaba al tanto, era un pelotudo de tantos.

Aunque no lo sepas hay mucha más gente que te quiere de lo te imaginás.

Roberto

Anónimo dijo...

Me gustaría saber si Norman tiene parientes en Diamante Entre Ríos porque lo ví varias veces por esa ciudad. Soy diamantina.Besos