La violencia política como una marca de fábrica de la historia argentina. La desaparición de personas, esa herramienta criminal que la Dictadura institucionalizó como una tetrica política de estado.La traición como estrategia política. El miedo al pueblo, a la pueblada, el asco al "populacho". La mujer como icono de la valentía frente a la injusticia. Estos son algunos de los elementos que pone en escena la obra La coronela Alicia Muñoz entendida como un ritual de la memoria.
Esta es la sintesis argumental de la obra "La acción, en 1827, Buenos Aires. Tiempos revulsivos en pos de la organización de la Patria; tiempos de Unitarios y Federales. El Coronel Lucero luchó como un héroe en el Norte durante 12 años por la independencia de la Patria y a su regreso descubre que los poderosos están vendiendo el país a los ingleses. Por tal motivo, pasa a la acción política, luchando por el federalismo y la liberación de su tierra. Resultando en consecuencia, peligroso a los intereses vernáculos del poder y del extranjero so pretexto de “traidor a la Patria”. Por Consejo de Guerra lo fusilan entre gallos y medianoches. Dolores, su esposa, lucha para evitar su muerte sin lograrlo. Cuando reclama su cuerpo, éste ha desaparecido y ninguna autoridad se responsabiliza. Ella, con sus hijos y el pueblo buscan afanosamente su cuerpo y, ante los inútiles resultados, la mujer decide velar el espíritu de su marido y enterrarlo simbólicamente con la complicidad de la gente. A partir de ahí: la represalia del poder: destruyen el velatorio, matan a mansalva gente del pueblo, asesinan a uno de sus hijos y le queman la casa. No obstante tantas desgracias, Dolores, fiel al legado de su marido se yergue desde su dolor dispuesta a tomar sus banderas."
La historia aunque ficticia tiene muchos elementos reales de proyección a lo largo de la historia argentina y es posible a través de la obra establecer relaciones con cosas como los desaparecidos o la persecución por las ideas políticas
La obra se realizó en el Cens 44 en el marco de la gira que el unipersonal dirigido por Nestor Sabattini e interpretada por Isabel Quinteros que construye el personaje sosteniéndose todo el tiempo con gran maestría y cautivando la atención de todo el público.
Es inevitable pensar que La coronela es una obra de reflexión en torno a la historia argentina como un espacio de reflexión.
Esta es una serie de fotografías realizada por Gustavo Fernández del colegio de distintos momentos de la obra.
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